La verdad es que está ocurriendo, se ve en todo el mundo un aumento muy importante en las tasas de autismo, fatiga crónica (y sus consecuencias), cáncer y las enfermedades relacionadas con el estrés... Los especialistas dicen que ya es hora de reconocer una verdad simple, pero alarmante, todos estamos viviendo en un mar de radiación de microondas y, según vaticinan los que saben, esta exposición representa una de las mayores amenazas para la salud humana. ¿El WI-FI nos está destruyendo silenciosamente?
El mundo está tomando conciencia de los peligros de la tecnología inalámbrica que nos rodea y acompaña a donde vayamos, porque todos estamos siendo afectados por la exposición a la radiación de microondas a baja nivel, así lo ha demostrado el profesor John Goldsmith, un consultor de la Organización Mundial de la Salud Epidemiología y Ciencias de la Comunicación, quién afirma que la exposición a la radiación de microondas de Wi-Fi se ha convertido en la principal causa de abortos involuntarios: incluso en el 47,7% de los casos la exposición a esta radiación, los casos de aborto involuntario ocurren dentro de la séptima semana de embarazo.
Pero ya en el 2007, la Agencia de Protección Sanitaria de Gran Bretaña en un estudio constató que “la radiación de microondas en el rango de frecuencia de WiFi causa cambios de conducta, altera las funciones cognitivas, activa la respuesta de estrés e interfiere con las ondas cerebrales”. También se mencionan los posibles riesgos para la salud de los niños que asisten a escuelas con redes inalámbricas.
Y es que no hay que olvidar que la radiofrecuencia de los teléfonos móviles e inalámbricos, de las torres de telefonía móvil y de las redes WiFi emiten radiación que de una manera u otra, afecta a las personas que estén dentro de su rango de acción.
El estudio «Interphone», promovido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y publicado en «International Journal of Epidemiology», pese a no ofrecer evidencias concluyentes sobre la supuesta inocuidad de los terminales, levanta la sospecha. En una revisión del mismo realizada en Junio de 2010, se aseguraba que por cada cien horas de uso de teléfono móvil, el riesgo de meningioma –tumor cerebral– aumentaba un 26 por ciento.
Fernando Pérez, vicepresidente de la Fundación para la Salud Geoambiental apunta que los pequeños de la casa son los más vulnerables, junto a las embarazadas, personas mayores y enfermos. "Todos los estudios epidemiológicos han demostrado efectos reales de las radiaciones en la salud y el desarrollo de los niños" explica Pérez.
En este sentido, un estudio de la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IRIC, por sus siglas en inglés) sugiere que la exposición a Wi-Fi es más peligrosa para los niños de lo que se creía y es posible que debamos limitarla cuando sea posible.
Los autores del estudio, publicado en 'Journal of Microscopy and Ultrastructure', sostienen que los niños y los adolescentes están en considerable riesgo ante aparatos que generan microondas, entre ellos los dispositivos Wi-Fi.
En el estudio se destaca que los niños absorben una mayor cantidad de radiación de microondas que los adultos. Y los fetos son aún más vulnerables que los niños, por lo que las mujeres embarazadas deben evitar la exposición a la radiación de microondas.
Según los autores, los niños y los fetos absorben más radiación porque sus cuerpos son relativamente pequeños, sus cráneos son más delgados, y su tejido cerebral es más absorbente.
De manera más general, el estudio encontró que la exposición a Wi-Fi está vinculada con los cánceres de cerebro, de las glándulas salivales y de mama.
Por supuesto, hay otras investigaciones que afirman que la exposición a este tipo de radiaciones es inocua. Pero si así fuera, ¿por qué en Europa están tomando medidas? Uno de los ejemplos más contundentes llega del vecino galo. En Francia, se están eliminando las redes WiFi en bibliotecas, colegios y lugares públicos, "pero en España la legislación data del año 2001, y establece unos límites máximos que son 4.000 veces superiores a los recomendados por los últimos estudios" apunta Pérez
Como dijimos en el parrafo anterior, existen “informes científicos” que afirman que las redes wi-fi son totalmente inofensivas, pero no hay que olvidar que la mayor parte de esos “informes” están pagados por “la alianza WiFi” una asociación que representa a la industria de WLAN, integrada por mas de 200 grandes compañías.
Los síntomas de una alta exposición a redes wifi se manifiestan mediante:
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dolor de cabeza / migraña
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cansancio crónico
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dificultad para dormir , insomnio (trastornos del sueño)
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palpitaciones
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dolor en el oído
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aumento de los niveles de ansiedad.
Los síntomas se intensifican cuando el afectado permanece próximo a aparatos eléctricos, y podemos llegar a padecer:
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pérdida de la memoria a corto plazo
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vómitos
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mareos o irritación
Así que lo mejor es prevenir, sólo por las dudas. Éstas son algunas medidas que pueden protegernos de las radiaciones wi-fi, tanto en la oficina como en la vivienda:
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Desconectar la conexión cuando no se esté utilizando, especialmente durante la noche.
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Sustituyan el acceso inalámbrico, mediante cable de red, o bien un PLC que permita usar la propia red eléctrica y enchufes como red local.
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No abusar del teléfono móvil. Lo mejor es utilizarlo con la función de “altavoz” activada.
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No utilicen teléfonos inalámbricos DECT para la vivienda, los cuales emiten grandes dosis de radiación. Si no tienen más opción que utilizar un teléfono inalámbrico, miren las opciones tipo ECODECT, que al menos evitan la emisión cuando el teléfono esta descansando en la base.
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Acudir a un médico especializado para que nos realice una descarga de la radiación que el cuerpo haya podido absorber.
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Que los niños no utilicen teléfonos móviles, excepto en caso de emergencia. En Francia han prohibido toda forma de publicidad de los teléfonos móviles dirigidos a los niños menores de 14 años.
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Más inteligentes sean los dispositivos que nos rodeen, mayor es su peligro.
Con el auge de la conexión inalámbrica, las redes wifi nos invaden: están en los hoteles, restaurantes, bares, comercios, colegios, oficinas y un largo etcétera. Los expertos alertan de la electrosensiblidad y de como la proliferación de las nuevas tecnologías la convertirán en una de las grandes enfermedades del siglo XXI
La electrosensibilidad, conocida también como "alergia al wifi", se trata de una enfermedad generada por la exposición continuada a campos electromagnéticos (el afectado permanece próximo a aparatos eléctricos mucho tiempo) y, según los expertos, va a ser uno de los grandes males de la llamada sociedad de la información
Estudios realizados por científicos independientes indican que, al día de hoy, la electrosensibilidad podría afectar a una de cada mil personas, y el Consejo Europeo ya ha advertido sobre los efectos nocivos de este tipo de ondas.
Hay quienes comparan el mal causado por las radiaciones de aparatos como el router wifi o el teléfono inalámbrico con el generado por sustancias como el tabaco o el amianto.
Suecia es el primer país que ha reconocido la electrosensibilidad como enfermedad. El Parlamento Europeo ya ha solicitado a todos los estados miembros seguir los pasos de Suecia y reconocer la electrosensibilidad del modo que merece.