En un mundo tan digitalizado es casi imposible evitar el bombardeo a nuestros hijos de imágenes, blogs, sitios, chats, videos, redes, música… cada vez que se conectan, por eso son importantes las herramientas diseñadas especialmente para proteger a la familia en la red.
Internet es un instrumento maravilloso que nos abre la puerta a un mundo nuevo, lleno de información, oportunidades y conocimientos que nos serían difíciles de encontrar sin él. Es una plataforma en la que podemos encontrar videos, música, libros, fotografías, información para hacer tareas, juegos, tiendas y también otras personas, que como nosotros, están buscando cosas en la red.
Es increíble el uso que se le puede dar en muchas áreas de nuestra vida, como uso recreativo, trabajo, compras… Es por esa razón que debemos tener mucho cuidado con esta herramienta, ya que es muy fácil caer en un mal uso de ella, especialmente los niños, que muchas veces encuentran en este instrumento la manera de conocer el mundo.
CONTROL, MISIÓN INELUDIBLE
La tecnología avanza muy rápido y cada vez salen nuevos dispositivos al mercado, lo que hace muy difícil controlar el uso del Internet en los niños y adolescentes, quienes se vuelven multifuncionales con tantos aparatos en el hogar: pueden escuchar música en su reproductor, mientras hacen tarea en la computadora, mientras chatean por Facebook, mientras ven televisión. Lo peor de esta situación, es que realizan tantas actividades al mismo tiempo, que a ninguna de ellas le prestan verdadera atención.
El principal uso que le dan los adolescentes a Internet, son las redes sociales. La gran mayoría de sus actividades en la red tiene que ver con compartir sus gustos, aficiones, pensamientos y sentimientos con otros adolescentes, sin embargo, tienes que tener cuidado con la cantidad de horas que tus hijos pasan frente a una pantalla y los sitios a los que accesan.
El tiempo de uso del Internet en tus hijos comienza a ser preocupante cuando se privan de hacer actividades propias de su edad por estar en la red. Este comportamiento puede causar una serie de efectos en la personalidad de los niños, como insomnio, vicios de lenguaje, somnolencia y mal humor.
El uso excesivo de la tecnología puede también generar desórdenes en la manera de actuar del niño o adolescente, una adicción a ella se presenta cuando no se puede controlar la cantidad de tiempo que se está conectado. Uno de cada tres niños dice que el Internet es la única cosa sin la que no podría vivir.
Curiosamente, es común que los padres se quejen porque sus hijos se vuelven distantes y prefieren escuchar música, ver televisión o chatear con sus amigos en sus dispositivos, cuando muchas veces son los mismos padres quienes compran este tipo de aparatos y les permiten su uso sin ninguna restricción.
ESTADÍSTICAS
Un estudio realizado este año por el grupo AVG Internet Security, publicado por Business Wire, precisa que los niños aprenden a usar la tecnología antes que saber amarrarse el calzado.
De acuerdo con los datos, 19 por ciento de ellos es capaz de utilizar aplicaciones sencillas del smartphone o teléfono inteligente, mientras que sólo el 9 por ciento sabe atarse los cordones de los zapatos.
Sobresale que 25 por ciento sabe cómo abrir y utilizar un navegador web sin la ayuda de un adulto.
Mientras que sólo 43 por ciento conoce la manera de andar en bicicleta, 58 por ciento sabe usar la computadora para jugar.
No hay grandes diferencias entre los pequeños en función de su sexo: las niñas y los niños han desarrollado sus capacidades tecnológicas prácticamente igual, de acuerdo con el escrutinio de la empresa de seguridad.
Las respuestas se obtuvieron por medio de un cuestionario aplicado a 2 mil 200 madres de 10 distintos países, sobre los hábitos de consumo y actividades cotidianas de sus hijos -con respecto a la tecnología-, los cuales están entre los 2 y 5 años de edad.
El impacto que tiene la "nueva ola de desarrollos" en los niños es importante. Y es que para los adultos lo digital es algo "exterior", que tuvieron que aprender; mientras que para los pequeños, es parte de su mundo.
Por su parte, la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés) señala que los padres deben aprender a navegar en Internet, hablar con sus hijos sobre la participación en redes sociales y situaciones como el acoso cibernético (cyberbullying) y el sexual (sexting).
El organismo, con sede en Chicago, publicó el informe clínico "El Impacto del uso de los medios sociales en niños, adolescentes y familias", en la edición de abril de su revista "Pediatrics", debido a la preocupación constante de los padres por la participación de sus hijos en los sitios sociales.
"Para algunos adolescentes y preadolescentes, páginas como Facebook y Twitter son la principal forma en que interactúan socialmente, en vez del centro comercial o la casa de un amigo", dijo en la publicación Gwenn O'Keeffe, coautor del artículo.
MEDIDAS A ADOPTAR POR LOS PADRES
Es muy importante que padres y adultos acompañen a los menores desde el principio en el acceso a smartphones, tablets, ordenadores, así como lo es establecer pautas de seguridad y buen uso de los mismos, mensajes e imágenes que se envían y contenido de las aplicaciones.
Consejos para una Internet segura:
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Situar el ordenador en un lugar común del hogar
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Pedirles que usen contraseñas seguras y no faciliten datos personales
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Instalar programas de control parental
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Enseñarles a respetar su imagen e intimidad y la de los demás
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Acompañar a tus hijos mientras usan smartphone, tablet, ordenador
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Se deben establecer reglas de uso y sus consecuencias.
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Controlar el tiempo de uso del ordenador y adaptar los horarios escolares y el tiempo de uso de Internet.
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Enseñarles a no solicitar productos sin aprobación familiar.
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Ayudarles, en la medida de lo posible, a realizar sus trabajos, estudios, búsquedas, etc.
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Hacer comprobaciones periódicas sobre el uso que los hijos hacen del ordenador y, sobre todo, de la red.
REDES SOCIALES
Cómo padres debemos entender este nuevo fenómeno, saber que es una red social, cómo funcionan, entender su potencial y riqueza, pero también los posibles riesgos que las mismas pueden tener para nuestros niños, niñas y adolescentes.
No se trata de prohibirlas, ni negarles el acceso a estas redes virtuales, se trata de que a partir del conocimiento que tengamos de ellas, enseñemos a nuestros hijos a tener cuidados para que su uso no los perjudique.
Pídanle a sus hijos que les muestre como funcionan las redes sociales, familiarícense con su uso y si es posible registrense en una de ellas para entenderlas mejor, son entretenidas y de seguro encontraran compañeros/as de trabajo, amigos de infancia, del colegio o de la universidad y por supuesto padres y madres de compañeros de sus hijos con quienes compartir información y preocupaciones sobre los chicos.
Atrás quedaron aquellos juegos y actividades que marcaron a diversas generaciones, como las canicas, las escondidas, el trompo, el yo-yo y el balero. Ahora la diversión para los niños está en las nuevas tecnologías.
Nuestros hijos nacieron con la tecnología y es absurdo dejarlos fuera de ella, pero deben existir reglas. No hay que darles todo sin medida sólo porque los dispositivos están de moda o por entretenerlos.
Es fundamental que les expliquemos a nuestros hijos la importancia de avisar inmediatamente a los adultos si aprecian contenidos que puedan considerar peligrosos o, simplemente, raros.
No hay que prohibir si no conocer para poder orientar y para generar la confianza necesaria para que los chicos puedan expresar sus dudas o preocupaciones ante cualquier situación. Los padres deben aprender cómo educar a sus hijos para hacer uso seguro de Internet y para que sepan cómo actuar ante irregularidades que se encuentren.