La duración de la batería es una de las mayores preocupaciones para los dispositivos móviles. Es el talón de Aquiles de smartphones y tablets. Por eso, son muchos los inventos que buscan pasar definitivamente la página de la era de las baterías y dar solución a este problema. Pero, un nuevo descubrimiento propone una interesante solución.

        Un estudio realizado por estudiantes de la Universidad de Vanderbilt, ubicada en Nasville, Tennesse (USA), logró desarrollar una tecnología que lograría la jubilación de las baterías de celulares que se conocen actualmente.

Se trata de células fotovoltaicas que producen energía constantemente, así haya o no sol y que lograrían que una batería pueda ser cargada, en cuestión de segundos y, además, tenga una autonomía mucho mayor a la convencional.

En lugar de almacenar la energía en reacciones químicas al modo de las pilas o baterías, este supercondensador, hecho de silicio, almacena la electricidad en iones que quedan atrapados en la superficie de un material poroso como el grafeno.

En un principio, la idea de crear baterías de silicio tan pequeñas parecía absurda cuando los investigadores se la plantearon, pero rápidamente mostró ser una genialidad. En declaraciones a la publicación oficial de la Universidad de Vanderbilt, Cary Pint, el profesor asistente de ingeniería mecánica, quien lidera el equipo de desarrollo y es el encargado del diseño de este elemento, manifestó que si se le preguntara a cualquier experto cómo "hacer un supercondensador de silicio, este respondería que es una idea loca", sin embargo –aclara- "hemos encontrado una manera fácil de hacerlo”.

El secreto fue revestir de carbono el silicio, lo que permitió estabilizar la superficie y así prepararla para almacenar energía.

“A pesar del excelente rendimiento logrado por parte del dispositivo, nuestro objetivo no era crear dispositivos con rendimientos estupendos; sino desarrollar la ruta para el almacenamiento integrado de energía. El Silicio es el material ideal para centrarse porque es la base de muchas de nuestras aplicaciones y tecnología moderna. Además, muchos de los dispositivos existentes de silicio siguen ser sin usados ya que son muy caros y un desperdicio”, explica Pint.

No obstante, para recubrir un material de una capa de grafeno a escala nanométrica se debe utilizar una cámara con temperaturas increíblemente altas (unos 1.400 grados), lo cual sería el único obstáculo de los investigadores, hasta el momento, debido a que su investigación han logrado hacerla hasta ahora con la mitad de esa temperatura necesaria para cubrir el silicio con este material.

Sus creadores señalan que seguirán trabajando en el proyecto y esperan así crear la batería 24/7. "Cuanto más avancemos en integrar el almacenamiento de energía en materiales y dispositivos ya existentes, más compacta y eficiente se volverá", concluyó el profesor Pint.

Solo resta esperar la llegada al mercado de esta nueva tecnología que en el futuro podría mejorar enormemente la capacidad de las actuales baterías presentes en el mercado y no solo cargarse en cuestión de minutos si no, también, prolongar su autonomía.

 

A diferencia de las baterías normales, los supercondensadores almacenan electricidad al unir iones en la superficie de material poroso. A causa de esto, se cargan y descargan en minutos y operan a millones de ciclos, a diferencia de las baterías que sólo lo hacen a unas cuantos miles de ciclos.

Aunque los supercondensadores comerciales están siendo usados en algunos sistemas en la actualidad, aún no son eficientes ni delgados como las baterías de litio. Sin embargo, se están poniendo a la par bastante rápido.